EL VERANO Y EL TEMIDO GOLPE DE CALOR EN NUESTROS MAYORES

Con la llegada del verano se acercan las altas temperaturas y podemos decir que las personas de edad avanzada forman parte de uno de los grupos vulnerables a la hora de poder sufrir un golpe de calor.

Esto se debe a que las personas con una edad superior a 65 años tienen una sensación de temperatura corporal más baja de la habitual. Como ya comentamos en el artículo del año pasado esto es debido a que presentan una sensación de calor reducida, disminuye la impresión de sed con un alto riesgo de deshidratación. Todo ello se incrementa sobre todo en personas con enfermedades neurodegenerativas, sobrepeso, enfermedades crónicas o polimedicadas.

La temperatura ideal para nuestros mayores es de 24-25º C, no obstante, la salud entra en riesgo cuando la temperatura se dispara a partir de los 35º C y sobre todo cuando la temperatura externa (exterior) y la temperatura interna (propio organismo) se igualan. Con la temperatura alta, perdemos más líquidos y sales minerales relacionados con el sudor; por lo tanto hay que contrarestar todo ello con una buena hidratación.

La percepción de un golpe de calor en las personas de edad avanzada es bastante difícil de reconocer, dado que suelen confundirse con otros procesos como la fiebre. El cuadro no suele estar precedido de ejercicio físico intenso, por lo que hay que estar pendientes independientemente de su actividad física.

COMO DETECTAR UN GOLPE DE CALOR

Los síntomas que suelen aparecer, son los siguientes:

  • Dolor de cabeza.
  • Aumento de la temperatura corporal, pudiendo confundirse con fiebre.
  • La piel más seca de lo habitual, presencia de varios pliegues.
  • Mareos, incluso pudiendo llegar a convertirse en un coma.

PREVENCIÓN ANTE UN GOLPE DE CALOR

Para evitar todos estos problemas, es de vital importancia la prevención de la hipertermia en nuestros mayores. Según la Sociedad Español de Geriatría y Gerontología (SEGG) se aconseja:

  • Ingesta abundante de líquidos, pese a que no se tenga sensación de sed se debe de consumir: agua, infusiones y zumos, se debe evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
  • Comidas ligeras, para evitar digestiones pesadas.
  • Evitar las horas de mayor temperatura, de 12 a 16 horas; sea realice o no actividad física.
  • Evitar llevar ropa ajustada, ésta debe de ser cómoda y ligera; así como el uso de colores claros.
  • De carácter imprescindible, el uso de sombreros o gorras.

ACTUACIÓN ANTE UN GOLPE DE CALOR

  • De carácter inmediato colocar a la persona bajo la sombra, o en caso de que no exista la misma, proceder a producir sombra de la mejor manera posible.
  • Intentar retirar ciertas prendas, de tal manera que se enfríen los puntos clave; frente, nuca y muñecas. Pudiéndose colocar paños fríos en ellas, pero no heladas, hay que evitar cambios bruscos de temperatura.
  • Si la persona está inconsciente, nunca se le dará de beber; puede atragantarse y sufrir una bronco-aspiración, pudiendo desencadenar un proceso irreversible para la salud.
  • Avisar de manera inmediata a un profesional de la salud, para que valore la situación.

 

Ekiñe Sánchez Ruzo

Coordinadora Asistencial TXURDINAGA GURENA

 

LAS MÁQUINAS DE GIMNASIO MÁS ADECUADAS PARA PERSONAS MAYORES

Acudir a un gimnasio es una opción más de las muchas que tienes a tu alcance para cumplir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto al ejercicio necesario para un envejecimiento activo.

La idea de que este tipo de instalaciones deportivas están pensadas solo para personas que quieran perder peso o aumentar el volumen de sus músculos, no es del todo cierta. En un gimnasio, hay alternativas para adaptarse a cualquier nivel de actividad física y estado de forma.

Las máquinas disponibles son buenas aliadas a la hora de hacer ejercicio de forma segura y sacando máximo provecho a tu esfuerzo. Muchas de ellas están diseñadas para trabajar músculos y articulaciones evitando el impacto y, además, en todas, podrás establecer el grado de dificultad al que quieras enfrentarte, pudiendo aumentarlo a medida que progreses y ganes forma física…

¿Qué aparatos elegir para entrenar en el gimnasio?

Son muchas las ventajas de acudir a un gimnasio para hacer algo de ejercicio, especialmente si cuenta con monitores expertos, que puedan dirigir tu actividad, o con programas específicos para aliviar molestias articulares que deben contar con la supervisión de un fisioterapeuta.

Si eres mayor de 65 años y quieres entrenar en un gimnasio, algunas de las mejores máquinas que puedes empezar a probar son:

  • Elíptica. Es uno de los aparatos del gym que permite ejercitar el conjunto de la musculatura y, al mismo tiempo, acelerar el ritmo cardiaco hasta el nivel apropiado en cada caso. Sobre la elíptica, tus pies van colocados en los pedales, tus rodillas se mueven pero no hay impacto. Además, debes mantener la musculatura del tronco contraída, lo que hará que ganes estabilidad en la zona central del cuerpo y, por último, tus brazos también trabajan duro para proporcionarte el impulso necesario en cada movimiento. Por si fuera poco, la elíptica es una de las máquinas en las que más calorías puedes llegar a quemar.
  • Bicicleta estática. Tiene muchos puntos en común con el ejercicio en la elíptica, por lo que resulta también recomendable. El pedaleo ejercita especialmente tus piernas, haciendo que ganen fuerza de manera progresiva para que mantengas una buena masa muscular, aumentando su fuerza. Con la bicicleta conseguirás un mayor equilibrio y más seguridad en cada pisada, ayudando, así, a prevenir posibles caídas.
  • Remo. Otra de las mejores por el trabajo de conjunto que supone y porque es una excelente opción para mejorar y corregir la postura corporal. El remo permite ejercitar tanto la fuerza como la elasticidad, adaptando la resistencia de la máquina a tus propias condiciones, por lo que, el riesgo de lesión es mínimo.
  • Barra y mancuernas. No son máquinas, sino complementos disponibles en el gym, que también pueden ayudarte sobre todo a mantener una buenamasa muscular. Trabajar con pesos extra siempre incrementa la resistencia que tendrás que vencer en cada ejercicio. Con un monitor que dirija tu actividad y que determine el peso adecuado en cada movimiento ganarás fuerza en cuestión de unas semanas.

ALTERACIONES DE LA TEMPERATURA CORPORAL EN LAS PERSONAS MAYORES

La temperatura corporal guarda un equilibrio entre la producción y pèrdida de calor del organismo, y está regulada por el centro termorregulador situado en el hipotálamo. El calor y el frio son captados o percibidos por receptores cutáneos que transmiten los impulsos al hipotálamo, y èste regulariza la temperatura corporal, es decir, actúa como un termostato.

  1. Cuando se eleva la temperatura: inhibe la producción de calor y aumenta la pérdida de calor, provocando una vasodilatación cutánea, una relajación muscular, una estimulación de las glándulas sudoríparas (sudoración) y un aumento de la respiración.
  2. Cuando desciende la temperatura: aumenta la producción de calor y conserva el calor del cuerpo, provocando una vasoconstricción de los vasos cutáneos, contracciones musculares (escalofríos) y una inhibición de las glándulas sudoríparas.

La pérdida de calor corporal se realiza por diferentes procedimientos físicos: evaporación, radiación, conducción y convección.

El sistema termorregulador corporal con el envejecimiento se vuelve menos eficaz, descendiendo la temperatura en condiciones normales, y especialmente en las personas en situación de fragilidad (hipotermia basal). En los mayores, la sensación o percepción de calor o frio es distinta que en el adulto, y la transmisión de impulsos al hipotálamo es más lenta.

La temperatura corporal basal axilar se sitúa en torno a 36,8ºC+/-0,4ºC, independientemente de las condiciones ambientales que rodean al individuo, y sigue un ritmo de variación diurna que se mantiene en la enfermedad, alcanzando un punto mínimo en la madrugada y un punto máximo en las últimas horas de la tarde. Entre la mañana y la tarde hay diferencias de 0,5ºC.La temperatura rectal es aproximadamente 0,6ºC más alta que la oral.

La temperatura basal se ve influenciada por diversos factores, como la edad, el ejercicio físico, la ingesta, etc. En las personas mayores se pueden considerar normales temperaturas de hasta 35ºC. Temperaturas superiores a 41ºC son poco frecuentes, y por encima de 43ºC y por debajo de 26ºC , se consideran letales o mortales.

La temperatura corporal puede verse afectada en forma de fiebre y de hipotermia, por diferentes circunstancias ambientales como la “hipertermia o golpe de calor”, “olas de frio o congelaciones”.

Iñaki Iribar Unibaso

HOY TOCA HABLAR DE VOSOTRAS: GEROCULTORAS

Recorridos ya veinte años de andadura en Indautxu Gurena , es un placer seguir recibiendo visitas de familiares que confiaron en nosotros o encontrarte por casualidad con ellos en la calle.

Aparte de la alegría mutua por vernos, entre otros, suelen hacernos comentarios como estos: “¡Como recuerdo el cariño con el que trataban a mi madre!” “Aún conservo y tengo puestas en el salón, esas figuritas del bingo, ¡qué bien lo pasábamos!” “ ¿Sigue allí esa chica tan maja que se llamaba…?, ¡Qué atenta fue cuando tuvimos que ingresar a mi padre aquella noche!”

Este artículo quiero dedicárselo a esas gerocultoras y gerocultores que tienen esos DETALLES extras en la atención diaria y que proporcionan tanto bienestar a nuestros residentes:

  • Respecto al aseo diario: dedicación para hidratar bien su piel, esmero en el peinado y maquillaje, ropa bien conjuntada, cojines colocados para que estén lo más cómodos posible, olor a colonia fresquita, pañuelo al cuello puesto con gusto…
  • A la hora de acostar: estirar las sábanas y dejarles bien arropados con esa reconfortante despedida de buenas noches
  • Atención a sus llamadas con amabilidad y cercanía , aunque muchas veces solo demandan compañía y puedan ser verdaderamente insistentes
  • A la hora de comer: preocuparse por sus gustos, tener paciencia e intentar darles distintos alimentos probando cual les gusta más con la finalidad de que coman, extenderles la mantequilla y la mermelada en la tostada si no pueden …
  • En la siesta , echarles esas mantitas para que concilien mejor el sueño
  • Ante situaciones que les provoquen ansiedad, siempre vuestra paciencia , cariño y esos abrazos y besos cuando los necesitan
  • Y en esa final despedida, en la que con toda la delicadeza del mundo y el sentimiento a flor de piel, les aseáis y les ponéis su ropa preferida, la que sabéis les gustaría llevar en ese último viaje

He querido mencionar, a modo de ejemplo, algunos de esos detalles y de esas actitudes que observamos a diario. No estoy segura si esa capacidad vuestra de dar amor y entregar lo mejor de cada una de vosotras es vocacional. Pero de lo que estoy convencida es de que se acerca a ese confort, delicadeza, y trato EXQUISITO del que tanto hablamos y que contribuye a hacer el día a día de nuestros residentes mucho más agradable y a dejar un grato recuerdo en sus familiares.

Que nunca dejéis de SENTIR, aunque pasen muchos años más.

 

Auxi Puebla de la Fuente

Directora Indautxu Gurena

AVANZANDO EN LA IGUALDAD DE PARTICIPACIÓN CIUDADANA DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD

El pasado 28 de abril se celebraron las elecciones generales y seguramente fue un día muy especial para muchas personas con discapacidad que tienen su capacidad de obrar modificada, ya que pudieron hacer valer su derecho a voto por primera vez en sus vidas. Fue el año pasado, en diciembre de 2018, cuando este colectivo pudo ver que sus derechos hacia la igualdad de oportunidades iba en buen camino cuando cambió la legislación que regulaba el derecho de sufragio avanzando un paso más en la inclusión en la sociedad de este colectivo.

Se trata de la Ley Orgánica 2/2018, de 5 de diciembre, para la modificación de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General para garantizar el derecho de sufragio de todas las personas con discapacidad. Esta Ley se fundamenta en la propia Constitución Española, concretamente en el artículo 14 que proclama la igualdad de todos los españoles y españolas garantizando el derecho de igualdad de trato y no discriminación incluyendo también a las personas con discapacidad. Únicamente han tenido que ser modificados los apartados b) y c) del punto uno del artículo 3 en el que se reflejaba que las personas con capacidad de obrar modificada carecían de derecho de sufragio siempre que en la sentencia judicial, se declarara expresamente la incapacidad para el ejercicio del mismo y que aquellas personas que se encontrasen internos en un hospital psiquiátrico con autorización judicial, durante el periodo que durase el internamiento siempre que en la autorización del juez se declarará expresamente la incapacidad para hacer valer este derecho. También se modificó el punto dos del mismo artículo en el que queda reflejado que todas las personas podrán ejercer su derecho de sufragio activo, consciente, libre y voluntariamente, cualquiera que sea la forma de comunicarlo y con los medios que precise.

Es preciso echar la vista atrás y recalcar que gracias a la entrada en vigor en España de la Convención Internacional sobre los derechos de las personas con discapacidad se ha trabajado en mejorar día tras día en la inclusión en la sociedad de este colectivo protegiendo y asegurando la igualdad de todos los derechos humanos y libertades que les conciernen. El hecho de que este grupo tenga la oportunidad de tomar parte en la política supone su máxima expresión en la participación pública y que sean visibilizados y reconocidos como iguales al resto de personas.

 

 

LA MEDICACIÓN Y LOS TRASTORNOS DE CONDUCTA

Una de las características cotidianas de las personas con demencia, es la manifestación de trastornos de conducta más ó menos graves.

En ocasiones, estas conductas son difíciles de gestionar para los cuidadores y sintiéndonos descontrolados por la situación, tenemos cierta tendencia impaciente a solicitar medicación para afrontarlas de manera rápida.

En este sentido, la medicación como primer recurso frente a los problemas de conducta, sin haber una discusión dentro del equipo por comprender el problema y sus causas, buscar y encontrar soluciones y estrategias no farmacológicas, no suele ser lo más adecuado. En general, la medicación de entrada ante un trastorno conductual, es una forma pobre de enfrentamiento.

Los motivos de esta afirmación, hoy ampliamente aceptada por los profesionales del sector, son que aunque aceptemos que la medicación apacigua síntomas (a veces es necesario en casos graves como la agresividad), puede aumentar la confusión y vulnerabilidad física del anciano. Entre los efectos secundarios de la medicación anti-psicótica en personas ancianas, nos encontramos con predisposición al estreñimiento, temblores, salivación excesiva, disminución de tensión arterial y riesgo de caída, visión borrosa, sedación…

En muchas ocasiones, si aceptamos “la enfermedad”, nos detenemos a observar el trastorno de comportamiento, si lo comprendemos, si empatizamos con la persona que lo sufre, podremos encontrar soluciones no farmacológicas que apacigüen el malestar de esa persona y por ende, el nuestro.

El estudiar el caso, el aceptar cierto nivel de estrés como síntoma de la enfermedad, el dedicarles tiempo, el escucharles, darles la mano, dar un paseo al aire libre… a veces reduce el trastorno y mejora la calidad de vida de nuestros residentes y sus cuidadores.

Unai Pérez. Psicólogo Loiu Gurena.

Alteraciones de la Marcha y el Equilibrio

La función de caminar constituye una “actividad básica de la vida diaria” (ABVD), que no por serlo, deja de ser una de las más complejas que realizamos las personas. Es la más importante para desplazarnos y la que verdaderamente por si misma define la movilidad. Junto a esta (ABVD), la capacidad para mantener el equilibrio y la posición erecta constituye la base fisiológica imprescindible para llevar a cabo la deambulación eficaz y eficiente a cualquier edad. El envejecimiento por si mismo no debe acompañarse inevitablemente de alteraciones patológicas de la marcha y el equilibrio, ya que la reserva funcional debe ser suficiente como para evitar que se produzcan. Por otra parte, el mantenimiento de la marcha y el equilibrio es uno de los requisitos más importantes para un envejecimiento activo, positivo y satisfactorio, ya que los trastornos de la marcha y el equilibrio son causa importante de perdida de la independencia.

Probablemente uno de los problemas más frecuentes, graves y preocupantes que se presentan en las personas mayores, tanto si viven en sus domicilios como si permanecen ingresadas en instituciones residenciales, sean las caídas. Son múltiples las circunstancias y consecuencias asociadas a estos dos problemas, que mediante un proceso exhaustivo de valoración, se consigue descubrir causas tratables de los mismos, que con un plan de cuidados adecuado proporciona las claves para evitar, paliar o mejorar dichos síndromes geriátricos. Así pues, resulta muy procedente considerar conjuntamente el estudio de los trastornos de la marcha y equilibrio con las caídas y la propia osteoporosis, puesto que todos ellos y la inmovilidad o deterioro funcional se relacionan y suelen presentarse juntos, especialmente en las personas muy mayores y más frágiles.

Por otra parte, debemos decir que los citados síndromes geriátricos son los mayores causantes del ingreso en Residencias, después de la propia inmovilidad o síndrome de deterioro funcional, y que todos ellos pueden ser la forma de manifestación inicial en los ancianos de enfermedades graves o importantes que tienen tratamiento y a veces son ignoradas por el anciano, la familia y el propio médico que los trata habitualmente.

Iñaki Iribar Unibaso

Las personas mayores y el uso de la nueva tecnología

El envejecimiento de la población es un hecho real. El aumento de la esperanza de vida, acortamiento de la vida laboral y la jubilación anticipada son las razones principales para el crecimiento de este sector. Con el auge de las nuevas tecnologías el distanciamiento de este sector con la sociedad parece aún mayor.

Es de gran importancia destacar que la implementación de las nuevas tecnológicas en nuestra sociedad actual supone importantes ventajas para el sector de la Tercera Edad, sin embargo, se sienten alejadas de ellas. Resulta evidente que este distanciamiento genera una desigualdad en el uso y provecho de las nuevas tecnologías que puede deberse a estas causas:

La utilidad: Muchos mayores desconocen cual es la utilidad de algunos dispositivos e instrumentos que puede mejorar su calidad de vida.

La complejidad en el uso: A muchos les inquieta el hecho de adentrarse en un mundo demasiado complejo para ellos. Muchas personas no se atreven a utilizar estas herramientas por miedo a meter la pata, piensan que en cualquier momento pueden tocar una tecla inadecuada y perder toda la información o incluso borrar el contenido del disco duro.

El sentimiento de desfase: Según las últimas estadísticas, la mayoría de los adultos mayores que se introducen de forma autónoma en el mundo de las nuevas tecnologías suelen contar con una edad de entre 50-55 años. Por lo cual, existe un sentimiento de desfase con respecto a estos nuevos instrumentos.

Capacidad económica reducida: La capacidad de acceso a la tecnología más actual por parte del sector de la Tercera Edad es más dificultoso, debido a los altos costes que aun supone.

La exclusión de la Tercera Edad en la sociedad de consumo: Actualmente los productos tecnológicos son los más publicitados en los medios de comunicación de masas. Sin embargo, dicha publicidad rara vez es protagonizada por personas mayores. Por ello, como es un producto que no va dirigido a ellos, les genera un sentimiento de indiferencia y desinterés hacia dichos productos.

Las personas mayores tienen que hacer un esfuerzo aun mayor que el resto de la sociedad para adaptarse y evolucionar al mismo ritmo que la tecnología. Deben formar parte del presente de una manera más activa y visible, ya que al sacar un mayor partido a las nuevas tecnologías son uno de los sectores que más beneficios obtienen:

– Superan los prejuicios: De esta forma demuestran a la sociedad que la Tercera Edad no es sinónimo de pasado e impide que no se aparten de la vida social al sentirse inútiles.

– Mejoran su calidad de vida: La tecnología también es útil para las necesidades que puedan tener.

– Mantienen y amplían su red de relaciones: El uso de la telefonía móvil, y herramientas como el correo electrónico y la mensajería instantánea, agilizan la comunicación con los demás.

– Fortalecen su independencia: Tecnologías como Internet favorecen su autonomía como personas independientes. Pueden acceder con inmediatez a información sobre recursos que pueden servirles de apoyo en la vida diaria.

– Mantenerse más activos y saludables: La salud se compone no sólo del equilibrio del factor físico, sino también del psíquico o mental. La falta de actividad mental explica la disminución de la capacidad de aprendizaje en la vejez. Diversos estudios han demostrado que el aprendizaje de nuevas tecnológicas estimula la actividad mental de las personas mayores, reduciendo la incidencia de enfermedades como el Alzheimer.

Con el inminente apagón de la televisión digital, una buena iniciativa será llevar la tecnología al mundo de la televisión, ya que es un medio con el cual las personas mayores se sienten más cómodas. Este proyecto intentará que las personas más reacias a la tecnología descubran los beneficios que pueden obtener de una manera barata y sencilla.

Fuente: www.qmayor.com/opinion/personas-mayores-tics/

LA DIGNIDAD: fundamento de la BIOÉTICA

El Concepto de Dignidad posee una larga trayectoria histórica y desde el punto de vista jurídico no fue reconocida hasta mediados del siglo XX, con la Declaración de 1948.

No cabe duda, que el ser humano se caracteriza porque su vida gira en torno a un ámbito social, por lo que se establece un orden normativo, económico y social que está al servicio del mismo y que le permite cultivar su propia dignidad. Por todo ello, la dignidad humana requiere que el ser humano actúe según su conciencia y libre de elección, pero qué ocurre con aquellas personas que por ciertas patologías se ha visto afectada su capacidad de obrar en conforme a su conciencia?

Los profesionales que trabajamos con las personas mayores tenemos una gran labor moral, que muchas veces, por el día a día de nuestra profesión, pasa desapercibida, pero somos los encargados de velar por la integridad de aquellas personas, que bajo el concepto del Código Civil lo conceptualizan como “Guardores de Hecho”.

Somos canales de comunicación en ese aspecto y como tal, debemos de conocer de primera mano, cómo han sido dichas personas para que podamos respetar sus costumbres, gustos, principios etc… y seamos capaces de valorar las necesidades que en la actualidad presentan, tanto necesidades básicas, afectivas, jurídicas, relaciones y de comunicación. Todo ello, estableciendo, en la medida de lo posible, una comunicación adecuada y ante todo VENERANDO SU VOLUNTAD, siempre desde el respeto y la educación.

En nuestras manos y en nuestra conciencia del buen hacer profesional y personal está que respetemos SIEMPRE y EN TODO MOMENTO la dignidad de las personas con las que trabajamos.

Iratxe Fernández de Pinedo Díez

Directora de TXURDINAGA GURENA

COMO MEJORAR LA COMUNICACIÓN CON PERSONAS MAYORES

Todos hemos perdido la paciencia alguna vez al intentar razonar con las personas mayores. En cierta ocasión y para evitar enfados y frustraciones innecesarias, busqué información y cuando leí 10 técnicas para mejorar la comunicación con nuestros mayores me di cuenta que me ayudó a reflexionar sobre ello. Por esa misma razón hoy quiero compartir esta información. Pero antes de nada, transmitir que mi primera reflexión y consejo es ¡Poneros en su piel!

Para no contribuir hacia el aislamiento de la persona mayor, o incluso cuadros de depresión graves, relájate e intenta poner todos los medios para entenderos. No es tan complicado, solo requiere tiempo, paciencia e interés.

10 Técnicas para mejorar la comunicación con personas mayores

  1. Ten en cuenta cuál es el problema de salud del interlocutor

Cuando hables con alguien mayor, es importante que tengas presente si tiene dificultades para hablar, no oye bien o, desgraciadamente, empieza a mostrar los primeros síntomas del Alzheimer. De esa forma, podrás adaptar tu discurso y forma de interactuar para facilitar la comunicación con el adulto mayor.

  1. Evalúa el entorno en el que se está produciendo la comunicación

Asegúrate, antes de entablar una conversación con una persona mayor, que os encontráis en un sitio tranquilo, sin ruido de fondo que pueda entorpecer la comunicación. Si está encendida la radio o la tele, por ejemplo, baja el volumen o apágala disimuladamente, o bien invita al adulto mayor a moverse a otra habitación o lugar más silencioso.

  1. Habla despacio, vocaliza y establece contacto visual

Si quieres mejorar la comunicación con personas mayores, este factor es clave. No puedes dirigirte a alguien mayor, que empieza a tener problemas auditivos o de concentración, hablando rápido y atropelladamente. Debes intentar hablar de forma pausada, vocalizando al máximo para que, no solo te escuche, sino que también te vea. ¡Míralo a la cara mientras conversáis!

  1. Ajusta el volumen

¡Nada de gritar! Por más que alces la voz, no te va a entender mejor. Se trata de adecuar el tono de voz al entorno y a la persona con la que estamos hablando. Utilizar un volumen que sea cómodo tanto para el mayor como para ti.

  1. Usa oraciones claras y precisas

Con la edad, las personas mayores empiezan a mostrar déficit de atención y están más dispersas. Si quieres lograr que la comunicación fluya y el anciano participe y se sienta bien hablando contigo, utiliza frases cortas, claras y directas. Además, si no te ha oído y tienes que repetir lo que acabas de decir, utiliza las mismas palabras.

  1. Introduce temas generales o de su interés

Otro truquillo con el que crear lazos y mejorar la comunicación con personas mayores es pedirles que te cuenten alguna anécdota o batallita de su juventud. Al mayor probablemente le hará muchísima ilusión recordar esos tiempos pasados y compartirlos contigo. También puedes decirle que te enseñe a hacer algo que a él se le dé bien, así se sentirá útil y motivado.

Sobre todo, intenta no saltar de un tema a otro e iniciar conversaciones con temas demasiado importantes. Opta por conversaciones triviales como “¿Qué has comido hoy?” o ¿qué actividades hiciste ayer en el centro de día?

Os animamos a que hagáis todo lo posible por estimular y motivar a vuestros mayores, ya sea mediante charlas o paseos, pero siempre haciéndolos sentir especiales.

  1. Pregunta en vez de ordenar

Si, por ejemplo, quieres que tu familiar mayor se tome la merienda, prueba a decirle: “¿Prefieres comer un plátano o una manzana?”. Parece algo insignificante, pero el hecho de darle la posibilidad de escoger y, por tanto, ser él quien decide qué comer, le da seguridad y experimenta una sensación agradable de autonomía. En cambio, si le decimos “Cómete el kiwi que he dejado en la mesa”, es muy posible que su reacción sea muy distinta. No le gustará que le digas lo que tiene que hacer y quizá ni se tome la fruta.

  1. Utiliza el lenguaje no verbal

Gesticular y hacer uso del lenguaje no verbal también ayuda a mejorar la comunicación con personas mayores. Si quieres que se siente, dirige tu mirada hacia la silla para que vea de lo que estás hablando. Si deseas saber cómo se encuentra del estómago, tócate la tripa mientras formulas la pregunta.

Asimismo, tú también debes fijarte en sus gestos y expresión corporal, ya que te dará muchas pistas de lo que necesita y siente en cada momento.

  1. Sé paciente

La vejez ya es dura de por sí… ¡no se lo pongamos más difícil! Debemos ser pacientes y darles su tiempo y espacio para contestar. Las personas mayores pierden agilidad mental, porque se les olvidan las cosas y eso ya les genera suficiente estrés. No debemos olvidar a quién tenemos delante y mostrar tranquilidad y ¡muchísima paciencia!

  1. ¡Y sonríe!

Una sonrisa crea un ambiente amigable en el que la persona mayor se sienta comprendido y cómodo para expresarse a su manera. Es muy sencillo, ¿por qué no lo intentas?

En definitiva, si quieres mejorar la comunicación con personas mayores es esencial ser empático y gestionar la situación con una gran dosis de amor y cariño. Cuando nos hacemos mayores, podemos ser maniáticos, tozudos y caprichosos, pero en realidad estamos reclamando comprensión. Cuando una persona mayor se siente a gusto, tranquilo y apoyado por su familia o las personas de su entorno, su vida gana en calidad y bienestar. ¡Todos ganamos!

MARISOL